En la Asamblea de Trabajadoras y Trabajadores contra la Precarización Laboral Tenemos Que Hablar (TQH) nos solidarizamos con las y los colegas del periódico Al Día de Dallas, Texas, Estados Unidos, y nos pronunciamos en contra de las medidas y decisiones que toman los dueños de los medios de comunicación y que afectan a quienes laboran en ellos.
En un condado donde el 34% de la población habla en español es fundamental que exista prensa en su idioma, que además de informar sobre los sucesos de impacto pueda resolver dudas comunes que afectan su vida cotidiana.
En Tenemos Que Hablar hemos charlado con miembros de esta organización. Han pedido anonimato para protegerse tanto de la patronal como de las autoridades que pueden buscar cualquier pretexto para abusar de su ya de por sí vulnerable condición de hispanos.
El 6 de febrero su patronal les informó vía videollamada que Al Día desaparecería y que sus condiciones de trabajo -no así su sueldo- serían modificadas para pasar a trabajar para Dallas Morning News, un medio que pertenece al mismo patrón, pero que se edita en inglés. No hubo una negociación, simplemente fue información “haciéndolo parecer como una noticia positiva para todos”.
A partir del 1 de marzo su vida cambiará por la determinación de los dueños de dicha organización.
Al Día quedará como una web que se nutrirá de información de agencias y traducciones de lo que las y los trabajadores generen en inglés, lo mismo que el semanario impreso. Las voces que buscan ser escuchadas quedarán en total silencio. El cambio de operaciones del rotativo invisibiliza las necesidades de la comunidad y por lo tanto, a la población hispanoparlante.
Las modificaciones en las condiciones de trabajo implican asignaciones y puestos nuevos para las y los trabajadores que dejarán Al Día para integrarse al Dallas Morning News. Insistimos, dichas funciones no fueron negociadas, sino impuestas.
“Nos tenemos que adaptar, pero no estamos de acuerdo”, se explicó a TQH.
“Fuimos los últimos en enterarnos de la noticia”, agregaron los denunciantes.
Sindicato, botón de pánico
La historia de este servicio informativo también recuerda lo útiles que son los sindicatos para frenar o al menos hacer menos dañinos los abusos de las patronales hacia la clase obrera.
El problema en Al Día y en el Dallas Morning News también pasa por la disparidad de salarios. Quienes se comunican en español ganan hasta 50% menos que quienes lo hacen en inglés, donde también hay diferencias notables entre los ingresos de sus trabajadoras y trabajadores.
El Dallas News Gild vive desde hace 26 meses. A partir de esa fecha han iniciado las negociaciones para un contrato colectivo que -entre otras cosas- busca reducir estas brechas económicas.
Quienes han hecho de AD y DMN grandes merecen tener condiciones dignas para desempeñar su labor. Su organización laboral seguirá insistiendo hasta que logre un acuerdo que beneficie a las y los verdaderos héroes que hoy sufren.
Desafortunadamente hay quienes viven en el desamparo y ni siquiera el sindicato ha sido capaz de ayudarles por su condición: las y los freelance.
Los testimonios recabados avisan que sus ingresos son aún más bajos y no cuentan con ninguna clase de prestación.
En la Asamblea de Trabajadoras y Trabajadores contra la Precarización Laboral Tenemos Que Hablar nos solidarizamos y reclamamos un trato digno y justo para quienes hoy están sufriendo las consecuencias de decisiones arbitrarias de las patronales.
Además, abrazamos la acción del Dallas News Gild y recordamos la importancia de la organización de la clase trabajadora para prevenir, evitar y erradicar la violencia de los dueños de los medios de producción.
Atentamente
Asamblea de Trabajadoras y Trabajadores Contra La Precarización Laboral Tenemos Que Hablar